Cuando el arte y la inclusión se unen, lo inesperado se convierte en realidad.
Esta es la magia que se produjo en el Teatro Trianov Viviani de Forcella los días 23 y 24 de septiembre. Se abrió el telón y en ese escenario, por primera vez en Nápoles, los actores y actrices del Teatro Patologico con el espectáculo “La Commedia Divina”, dirigido por el fundador de la Asociación, el premiado director y actor Dario D’Ambrosi.
Desafiando los prejuicios, la discapacidad mental y física que acompaña la vida de actores y actrices, la compañía estable del Teatro Patológico ha contado la fugaz frontera entre la normalidad y la locura, el infierno de la soledad y la marginación y el paraíso de una comunidad acogedora poblada de personas. que no miran para otro lado.
Un viaje conmovedor y emotivo, el representado en el estreno mundial, que recorrió los círculos dantescos del olvido humano y los aspectos más ocultos de nuestra sociedad. En el Infierno, personajes difíciles, incomprensibles y extraños, precisamente porque fueron dejados vegetar en lo más profundo de su ser, han reclamado su derecho a contar, a explicar y -al menos en el escenario- a volver a la vida en la conciencia de los presentes con una nueva lente. de análisis y reflexión. El profundo sentimiento de esperanza ha reavivado el alma de los personajes de Purgatorio, superando esa sensación de rechazo, soledad y abandono generada por el peso de la marginación y la discriminación, sentimientos que sólo en el cielo estrellado del Paraíso han dejado espacio para la comprensión y la aceptación.
Acompañados de la música del Maestro Francesco Santalucia, los veintidós actores y actrices del Teatro Patológico expresaron cada matiz de esos miedos, esos dramas y esas ansiedades que habitan en la vida de quienes se quedan solos cada día, encantando y conmoviendo a un Teatro lleno de gente.
Protagonistas de algo más que una simple representación teatral, estos increíbles jóvenes se convirtieron en portadores de un poderoso mensaje: el arte no conoce límites, cruza las barreras de la indiferencia y el silencio, une mundos aparentemente distantes, creando puentes y conexiones entre individuos.